EL ESPEJO: AUTORRETRATO

 El autorretrato me encanta. Es un estilo de foto en el que me siento cómoda porque puedo jugar con lo que yo quiera como yo quiera y cuando yo quiera. Soy mi propia directora. Yo pongo las reglas, los modos, los encuadres, etc. A veces me resulta confuso definir qué es y que no es un autorretrato cuando sale de lo convencional: primer plano frontal mirando a cámara. Hice un taller de autorretrato en el 2021 y me pareció una linda experiencia. Conocí a diferentes fotografxs con sus técnicas y modos propios que me sirvieron como referencia (una de ellas Francesca Woodman). En el curso nos introducían al autorretrato contandonos un poco lo que vimos en la teórica de Pablo y Caro: esto de que hay muchas formas de autorretratarse y que no todas implican ver la cara de unx en primer plano, sino que también hay otras partes del cuerpo y formas de mostrarse a unx que reflejan otros aspectos propios. 
Para la entrega quería mostrar esto, los diferentes elementos que me definen. Por eso quise que en la foto se puedan ver algunos de mis tatuajes por eso mi torso desnudo. Además, busqué montar una escenografía colgando mis cuadros, cosa que amo hacer y mi casa (en este caso la pared de mi cuarto) está decorada con algunos de ellos. La idea del espejo se me ocurrió mientras probaba diferentes alternativas. Me pareció interesante colgar el espejo haciéndolo parte de esa pared camuflándose  con los cuadros simulando una pintura dentro del sistema. Todo lo que aparece en el cuadro me representa, hasta la botella de vino con flores secas como decoración.

Retrato entregado

Otra opción.

Fue un desafío. Elegí usar la luz natural de la mañana que es la que más me gusta además de que tenía que hacer el trabajo y me había levantado inspirada. Tenía otra idea en mente pero fui transformándola y adaptándola al espacio y horario que tenía.